Los profesores son formados en las
artes de las ciencias y la didáctica, adquieren gran cantidad de conocimientos
y estrategias para enseñar.
Los conocimientos son necesarios
en su día a día, ya que sin ellos no podrían enseñar a sus alumnos o contestar
a las preguntas que les realizan. Entonces, sí, estas horas formativas que han
invertido los profesores universitarios, han sido fructíferas.
Las estrategias didácticas como
trabajo por rincones, ejemplificaciones, aprendizaje colaborativo, método de
casos… también son utilizadas en las aulas, cuando el profesor desea explicar un
contenido abstracto o concreto. Ante esto, sí, estas horas formativas, también
han sido fructíferas.
Pero… ¿Cómo se unen estas dos
formaciones? ¿Se preparan a los pre-docentes para esta tarea? Por un lado, los alumnos que se están formando para futuros
profesores, deberían tener más horas prácticas, para poder aprender mientras
enseñan, y así unir los conocimientos con la didáctica. De esta forma, los
alumnos cuando saliesen al mundo laboral, estarían formados íntegramente.
Por
otro lado, se podría decir, que los alumnos indirectamente son formados en la combinación
de estas artes. Cualquier profesor sin excepción, debe saber utilizar está
técnica. Entonces, los profesores universitarios cuando están explicando en sus
clases las utilizan, e indirectamente los alumnos las van adquiriendo. Después
en las prácticas de educación, las reproducirán amoldándolas a la situación y a el entorno.
En
mi opinión, es complicado afirmar que con más horas prácticas los docentes
saldrán mejor formados de la universidad. Los años profesionales dan al
estudiante las estrategias y “trucos” para ser mejor profesor.
Al
principio, la línea de base desde donde partimos todos es la misma, pero no
todos queremos llegar a las mismas metas, es ahí donde debemos crecer. Así, cuando volvamos la vista atrás,
veamos todo lo que fuimos y hemos llegado a ser con esfuerzo.
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