¿Quién aprende?
Todos los involucrados en el proceso de
enseñanza – aprendizaje reciben una formación de forma indirecta o directa. El
alumno, es el educando, la persona que recibe de forma directa una formación
integral, que abarca desde los aspectos intelectuales hasta los morales. En
esta educación están involucrados no sólo los profesores, sino toda la sociedad.
El profesor, es el educador, la persona
que forma al educando; pero, al mismo tiempo, de forma indirecta se está
formando y superándose cada día. El profesor va aprendiendo nuevas estrategias
didácticas, las cuales va consiguiendo a través de la práctica diaria, por
ejemplo: a saber dónde debe detenerse para que los alumnos lleguen a comprender
los conocimientos abstractos. Esto produce en el profesor, que se esté
continuamente “reciclando”.
¿Qué es el aprendizaje?
Ante esta pregunta, lo primero que a la
gente le viene a la cabeza es la definición que tanto hemos oído “el
aprendizaje es un proceso de adquisición de conocimientos, habilidades y
actitudes que necesita el educando para desarrollarse en la vida diaria”.
No es que está definición este mal
formulada, pero ¿sólo es esto el aprendizaje? En todos estos años que han
pasado, ¿seguimos teniendo esta concepción del aprendizaje, un mero el profesor
expone y el alumno pasivo recibe y estudia?
El alumno es un ser activo, racional y
con inmensas ganas de obtener información de todos los contexto. Recordad
cuando erais pequeños ¿no deseabais ir al colegio a aprender? Un niño motivado
adquirirá, producirá e interactuará con todas las personas de su alrededor,
dando lugar a un aprendizaje más puro y mejor que lo producido en una clase
magistral.
“No te irás a la
cama sin aprender algo nuevo”
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